Club Waterpolo Sevilla. La historia de cada día (y 3)
La temporada 2001/02 supone la eclosión del Club Waterpolo Sevilla en el ámbito andaluz. Dobla prácticamente su plantilla hasta los 74 jugadores y continua participando en todas las competiciones territoriales, resultando campeón en las categorías Absoluta (incluida la Copa de Andalucía) Júnior, Juvenil e Infantil. Los éxitos iniciados en categorías inferiores suponían un avance de lo que será habitual a partir de entonces. Paradójico cuando la cantera sólo podía entrenar con balón un día a la semana.
En esta temporada se inicia su aspiración a las ligas nacionales (Ascenso a 2ª División) quedando a las puertas. Participa, además, en dos competiciones nacionales de categorías inferiores (Juvenil e Infantil) El equipo se consolida manteniendo el cuerpo técnico que inició su trayectoria, a la vez que concreta otro de sus rasgos distintivos: la “vocación de crecer, aprendiendo”, lo que le lleva a participar en todas las competiciones en las que logra clasificación. Esto será lo habitual a partir de entonces, porque mejorar como Club pasa necesariamente por jugar con los mejores, y estos se encuentran lejos. Llegar a ese nivel supone competir allí donde están.
Todo este éxito deportivo no va parejo a la mejora de las condiciones materiales de entrenamiento y financiación. Practicar waterpolo (ahora ya en las instalaciones de San Pablo) sigue siendo una permanente lucha, donde los problemas económicos persisten. Su pervivencia, entonces y ahora, puede calificarse de milagrosa. El enorme esfuerzo económico de los deportistas (que tienen que pagar las horas de gimnasio) y sus familiares sigue siendo su principal fuente de ingresos, teniendo que sufragar con sus propios medios la asistencia a los Campeonatos de España representando a la ciudad y a la Comunidad Autónoma.