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El Espíritu de Equipo

Uno de los valores sobre las que me insiste en la actitud de los jugadores del Club Waterpolo Sevilla es el sentido de equipo. Para CWS, divertirse practicando Waterpolo obliga a asumir unos determinados valores como el espíritu de equipo, el trabajo cooperativo, el valor de la competición en la victoria y en la derrota, el fijarse metas y cumplirlas, algo que por otra parte nos exige la vida diaria y que solo se consigue con mucho entrenamiento. Esto conduce al compromiso y el rigor. Y el más importante de todos es la responsabilidad ante los compañeros.
Cierto que lo tenemos fácil. Si practicáramos el golf o el tenis esto sería más difícil. Es lo que tiene el deporte de equipo: es fácil visualizar lo que cada uno aporta al conjunto y lo que recibe de este. Tan sencillo que se comprende en cada jugada, en cada ataque y en cada defensa. Pero quizás sea más fácil si echamos mano de una narración. Como esta, de los Gansos.


La próxima estación, cuando veas los gansos emigrar, dirigiéndose hacia un lugar más cálido para pasar el invierno, fíjate que vuelan en forma de “v“. Tal vez te interese saber por qué lo hacen así. Al volar en formación de “v ” la bandada entera aumenta en un 71% el alcance del vuelo con relación al de un pájaro volando sólo.

Lección 1: Compartir la misma dirección y el sentido del grupo, permite llegar más rápido y fácilmente al destino, porque ayudándonos entre nosotros los logros son mejores.

Cuando un ganso sale de la formación siente la resistencia del aire y la dificultad de volar sólo entonces, rápidamente retorna a la formación, para aprovechar el poder de elevación de los que están a su frente.

Lección 2: Permaneciendo en sintonía y unidos junto a aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección, el esfuerzo será menor. Será más sencillo y placentero alcanzar las metas. Estaremos dispuestos a aceptar y ofrecer ayuda.

Cuando el ganso líder se cansa se traslada al final de la formación. Mientras otro asume la delantera.

Lección 3: Compartir el liderazgo. Respetarnos mutuamente en todo momento. Compartir los problemas y los trabajos más difíciles.

Reunir habilidades y capacidades, combinar dones, talentos y recursos. Los gansos volando en formación graznan para dar coraje y aliento a los que van al frente para que así mantengan la velocidad.

Lección 4: Cuando hay coraje y aliento, el progreso es mayor. Una palabra de aliento a tiempo motiva, ayuda, da fuerzas produce el mejor de los beneficios.

Cuando un ganso enferma, es herido o está cansado y debe salir de la formación, otros salen de esta y lo acompañan para ayudarlo y protegerlo. Permanecen con él hasta que muera o sea capaz de volar nuevamente; alcanzan su bandada, o se integran a otra formación.

Lección 5: Debemos estar unidos uno al lado del otro, pese a las diferencias, tanto en los momentos de dificultad como en los de esfuerzo, apoyándonos y acompañándonos.

Si hacemos realidad el espíritu de equipo, si pese a las diferencias podemos conformar un grupo humano para afrontar todo tipo de situaciones, si somos conscientes del sentimiento de compartir, el juego será más simple y el vuelo más placentero.

Más información en www.waterpolosevilla.com