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Liga Nacional vs CN Molins de Rei (17/12/2005)


Jornada, San Pablo 15:30h. 17.12.05
C.W. Sevilla-EMASESA 14-10 C.N. Molins de Rei
Parciales: 3-3, 4-3, 3-2, 4-2
Tanteo: (0-1, 1-1, 1-2, 2-2, 3-2, 3-3) (3-4, 4-4, 5-4, 5-5, 6-5, 6-6, 7-6) (7-7, 8-7, 9-7, 9-8, 10-8) (10-9, 11-9, 12-9, 12-10, 13-10, 14-10)
Superioridades: C.W. Sevilla-EMASESA (3/7) C.N. Molins de Rei (1/10)
Penalties: C.W. Sevilla-EMASESA (1/2) C.N. Molins de Rei (3/5)
Árbitros: F. Sánchez (Cataluña) y O. De Ara (Canarias)
Espectadores: 178
Alineaciones:
C.N. Molins de Rei: Puig, Contreras, Riera (2) Pérez (1) Gutiérrez, Tsukamoto (1) Dimitrov (1) Sañudo, Nogueras, Marsal, Marin, Casellas (1) Alled (4)
C.W. Sevilla-EMASESA : Andrés Rosa; Asencio (4) Vélez, Cañizares (2) Lastres (1) Duque (3) Andrés García, Almazán (1) Millán (1) Rabaneda (1) Tardío, Espinosa (1)
Desarrollo del Partido:
Los casi doscientos aficionados que se dieron cita en San Pablo el sábado 17 de diciembre presenciaron quizá el waterpolo más emocionante de los tres últimos años en ligas nacionales. Una mezcla de juego táctico, dureza física (el boya sevillano Lastres recibió un golpe en la mandíbula que requirió tratamiento) velocidad y mucha inteligencia por ambas partes. Esto provocó que el frío reinante en Sevilla ese día diera paso al acaloramiento con el que la grada vivió el partido.
El triunfo de CW Sevilla-EMASESA se cimentó en su firme voluntad de ganar a un equipo, como el Molins, plagado de estrellas de contrastada experiencia (Nelson Riera, Tsukamoto, Dimitrov, Alled) junto a una pléyade de valores emergentes como son los Pérez, Casellas, Marsal, Sañudo, y que el acierto del técnico Joan Alled va integrando en un equipo que en un futuro muy próximo dará mucho que hablar. Esta voluntad se reflejó en el saber esperar sus oportunidades, sobreponerse a las diez expulsiones, los cinco penalties y otras adversidades, ajustando su juego a las condiciones que el rival quería imponer más allá de cinco metros.
El marcador lo inaugura el visitante X. Pérez en el 6’23 con un gran gol desde más allá de seis metros, contrarrestado por otro de idéntica factura del local Asencio. En el siguiente ataque, Nelson Riera aprovecha su posición en la boya y anota el segundo gol de Molins (5’42) Riera anotaría también casi al finalizar el primer cuarto en otro excelente gol desde su posición. Pero antes vendrían dos superioridades desperdiciadas por los visitantes y dos sí aprovechadas por los de San Pablo. Un empate a tres que sería la tónica del partido casi hasta el final.
El segundo cuarto entra en una dinámica de mayor velocidad y decisiones arbitrales: Dos penalties para cada equipo y dos superioridades para los visitantes acompañadas de contragolpe local. Cada equipo rentabiliza solo uno de los penalties señalados: parada del local Andrés Rosa y lanzamiento al poste que envía Lastres, mientras que los de Molins siguen sin sacar renta de sus superioridades. Por su parte, los de San Pablo modifican su juego mediante lanzamientos exteriores. De dos de ellos vendrían los goles de Duque (1’51) y Cañizares a falta de 2 segundos. El 7 a 6 del luminoso es fiel testigo de la igualdad reinante.
En el tercer cuarto el juego táctico se impone; los ataques se pierden por ambas partes con defensas muy ajustadas. Molins se mantiene en el partido gracias a los dos penalties que le son pitados a su favor, pero sigue malgastando dos nuevas superioridades. Por su parte, Millán en el 6’44 y Almazán en el 5’24 anotan para los locales. C. W Sevilla-EMASESA si aprovecha su única superioridad y en el 3’53 deja el luminoso en un 10-8 a su favor. Molins aun tenía tiempo para reaccionar.
En el 7’17 del último cuarto anota su primera superioridad (la séptima del partido) a manos de Alled. Pero los locales Asencio (6’45) y Duque (6’04) ensanchan la diferencia a tres, que queda en dos en el 5’49 gracias al gol de Tsukamoto (primero que anota en la Liga) desde el lado zurdo. El periodo comprendido entre ese gol y el 4’27 es quizás el más singular de lo visto en San Pablo en muchos años. Molins juega todo ese tiempo, primero en posicional, luego en superioridad, marra un penalti (segundo que les detiene Andrés Rosa) y finalmente no aprovecha otra nueva superioridad. Todo lo que narramos ocurrió de forma consecutiva en el mismo ataque. Y ahí acaba el sueño de los visitantes de ganar el partido. Seguirían tres superioridades locales no convertidas, la décima superioridad visitante asimismo desperdiciada y dos goles locales más. El último a falta de 30 segundos, tras robo en defensa y contragolpe velocísimo a manos de Duque.
El público agradeció el espectáculo con una ovación a los jugadores que será largamente recordada.

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